El gobierno de Dina dio marcha atrás en la reducción de las Líneas de Nasca: las civilizaciones intergalácticas se lo agradecen
La presidenta Dina Boluarte sigue dejándonos mal parados ante los gobiernos. Esta vez excedió los límites planetarios, pues a su gobierno se le ocurrió reducir los límites de la reserva arqueológica de las Líneas de Nasca, una de nuestras principales conexiones con civilizaciones intergalácticas. Los reptilianos estaban listos para caernos directo desde el Área 51.
Más allá de la joda, lo cierto es que al Gabinete Ministerial y a la propia presidenta lo último que les interesa es la preservación de la cultura en nuestro país. Esto se deja ver una vez más luego de que el 30 de mayo pasado anunciaron una “actualización” del área de reserva, pasando de 5.600 kilómetros cuadrados a 3.200 kilómetros cuadrados.
El ministro de Cultura, Fabricio Valencia, dijo que se habían realizado “sesudos” estudios que sinceraban la información del área que corresponde a la reserva. Sin embargo, el decano del Colegio de Arqueólogos del Perú, Pieter van Dalen Luna, ya salió a mostrar que puro descerebrado confía en esas investigaciones, pues solo han contemplado una parte de todo el territorio porque no tenían plata.

En lugar de eso, van Dalen Luna le jaló las orejas a Dina, pues aseguró que la chamba debe estar enfocada en crear una unidad ejecutora que gestione, proteja y recupere el sitio cultural mediante actividades culturales, artísticas e históricas, en lugar de reducir bajo la idea de que “un menor espacio es más fácil de gestionar”. No puede ni con las pobres líneas de Nasca y sigue de terca con querer estar al mando del Perú.
Además, varios creen que esta es solo un pretexto para vender estos espacios por lo bajo a la minería ilegal, que opera en la zona, pues, como reveló un informe de El Comercio, hay más de 2.500 inscripciones del Reinfo en el área original de la reserva. Nos creen sanos.
La buena noticia es que tanta presión les metió miedo, pues el Ministerio de Cultura arrugó y anuló la resolución que cortaba el perímetro. Ahora habrá que estar ojo, pestaña y ceja para que otra vez no nos agarren de lornas con nuestro patrimonio cultural. Los amiguitos verdes agradecen el cambio de postura, pero habrá que meterles un fonazo para que le hagan el pare al gobierno si vuelven con su cantaleta.
Escrito por Dayer Chávez