spot_imgspot_img

Top 5 This Week

Related Posts

“Subí al metro de Lima y bajé 10 años después (y soltero)”

Estimados rajones del internet:

Decidí darle una oportunidad al Metro de Lima. Sí, quería evitar el tráfico, ahorrar pasaje y sentirme parte del progreso. ERROR.

Estación Naranjal parecía la antesala del Apocalipsis: colas de 40 minutos, calor infernal, un tipo vendiendo caramelos y predicando sobre el fin del mundo, todo al mismo tiempo mientras las avenidas principales están rotas TODAS, AL MISMO TIEMPO, A QUIEN $%^& SE LE OCURRE ESA BARBARIDAD #$%^& NO TIENE SENTIDO &*(P*&^%.

Al subir, la gente pegada como stickers, y un niño me tocó la nalga. Sin querer (espero).

Pero eso no fue lo peor. Lo peor fue que llegué tarde a una cita con una chica que me gustaba desde el colegio. Llevábamos semanas hablando, todo fluyendo, memes compartidos, likes cruzados, hasta playlist colaborativa en Spotify. Pero como llegué una hora y media tarde, me mandó un audio de 2 minutos que empezó con “yo no estoy para estas cosas…”

¿Esto es el futuro del transporte público? ¿Así se siente el desarrollo… y la soltería? Ayuda gente, saquenme de Lima, pls

Querido Romeo de la Línea 1:

Has experimentado las dos grandes tragedias del limeño promedio: el transporte público y el ghosting con justificación logística.

Según datos del MTC, el tren eléctrico transporta más de 500 mil personas al día, pero fue diseñado para 320 mil. Así que tú no perdiste el amor… fuiste víctima colateral de una infraestructura colapsada.

Y no eres el único. Estudios indican que el tráfico limeño le roba a cada ciudadano un promedio de 5.5 días al año solo en horas perdidas. En tu caso, también le robó una cita y posiblemente una playlist con Arctic Monkeys.

Consejo de Tu Vicio: si alguna vez logras otra cita, sal dos horas antes, dile que vives en Iquitos y que estás yendo en balsa. Así por lo menos, llegará tarde pero con expectativas realistas.

Mientras tanto, sigue subiendo al Metro. De repente, ahí conoces a otra víctima del sistema con quien compartir el sufrimiento… y un asiento libre.

Popular Articles